domingo, 9 de agosto de 2015

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Hola a todos.
He decidido tomarme las cosas con calma. Sé que es algo que llevo diciendo desde hace mucho tiempo y que nunca cumplo. Pero esta vez pienso hacerlo.
Todas las historias que tengo empezadas las quiero terminar. Pero eso es algo que iré haciendo poco a poco.
De momento, aquí os dejo con un pequeño fragmento de Un sueño hecho realidad, mi "fanfic" de Olivia y Jai. 
¿Será capaz Daniel de contarle a Estelle la verdad sobre quién es en realidad?
¡Vamos a averiguarlo!

                                    Ya habían pasado varios meses desde la llegada de lady Birkhurst a Piedades. Ya habían pasado varios meses desde que los Templewood llegaron a aquel pueblo.
                                    Daniel se acercó a la verja del jardín que rodeaba la casa de los Templewood.
                                   Contempló a Estelle jugando con su perrita Clementine. 
-¡Freddie!-trinó la muchacha al verle.
                                    Daniel sintió cómo su corazón se desgarraba al verla. Entró en el jardín.
                                   Unos meses antes, Estelle Templewood era un personaje de ficción. Un personaje secundario de una novela romántica...Sin embargo, Estelle era una muchacha de carne y hueso. Tan real como lo era él.
-¡Qué sorpresa más agradable!-exclamó la chica, yendo a su encuentro-No te esperaba.
                                   Daniel había salido a dar un paseo. Sin darse cuenta, sus pasos le llevaron hasta la casa de los Templewood. Se sentía raro aquella mañana.
                                   No quería renunciar a Estelle. Pidió perdón en silencio a Alejandra y a Ana porque, en su fuero interno, sentía que las estaba traicionando.
-Quería verte-admitió Daniel-Necesitaba verte.
                                  Estelle le estampó un beso en la boca.
                                  Clementine se acercó corriendo hasta donde estaba la pareja ladrando contenta. Daniel sentía que era su deber contarle la verdad a Estelle. No entendía el porqué se parecía tanto a Freddie Birkhurst. ¡Ni siquiera sabía la suerte que había corrido aquel desgraciado!
                                  Debía de buscar al yogui. Aquel hombre debía de saber la verdad sobre el paradero de Freddie Birkhurst. Después, ya tomaría una decisión.
                                   Volver a su tiempo o quedarse en aquel lugar. Pero Estelle debía de acompañarle en ambos casos. No pensaba regresar a Murcia sin ella. Y no pensaba quedarse en aquel sitio sin ella.
                                    Estelle notó a su amado pensativo.
                                    Había sentido una punzada de celos al pensar en las otras dos mujeres que habían estado en su vida antes que ella. Dos españolas a las que no conocía.
-¿Nunca te has preguntado el porqué estaba yo en Murcia?-atacó Daniel-¿O lo que estaba haciendo en Madrid?
-Es una respuesta muy sencilla-contestó Estelle-Viajaste a Europa. Todos los jóvenes que conozco han viajado a Europa. Clive Smithers también estuvo en España durante una temporada.
-Estelle, las cosas no son tan sencillas. Hay muchas cosas que no sabes de mí. Mereces saberlo todo.
-¡No seas tonto! Si te refieres a tus borracheras, te he visto borracho. ¿No te acuerdas?
-No...
                                   Estelle estaba refiriéndose a la cogorza que cogió Freddie Birkhurst en la burra khana de los Pennworthy.
                                    Daniel respiró hondo. El que estuvo borracho en aquella fiesta fue Freddie. No él...
                                   Era cierto que tenía muchos puntos en común con Freddie. A Daniel le había gustado salir de juerga. Era algo que desagradaba a Alejandra. Ella quería centrarse en sus estudios.
                                  No sabía si Freddie había consumido drogas. ¿Existían las drogas en el siglo XIX? Daniel había oído hablar del opio. Él sí había esnifado alguna que otra raya de cocaína. Se pinchó heroína unas cuantas veces. Había fumado porros.
-¿Cómo era tu vida hace unos meses?-quiso saber Daniel-Me refiero a antes de encontrarme en la calle. Cuando todavía no había llegado el monzón. Yo...Tuve extraños sueños antes de eso. Soñaba contigo, Estelle.
                         La aludida se quedó de piedra al escuchar aquella confesión.
                        Recordó aquellos extraños sueños que había tenido con Freddie tiempo atrás. Cuando empezó a cortejar a Olivia. Pero el Freddie que aparecía en aquellos sueños no tenía nada que ver con el Freddie que estaba ante ella. Eran dos personas distintas.
                        Daniel la besó en la frente.



-Es verdad-se sinceró Estelle-Soñaba contigo. En mis sueños, tú y yo estábamos enamorados.
-¿Ocurrió algo más?-quiso saber Daniel.
-Cumplo años durante la temporada de monzones. Mis padres celebran todos los años una fiesta antes de que comience la temporada de monzones. Esa noche...Escuché un grito. Pensé que alguien estaba sufriendo un dolor muy intenso. Y también soñé contigo. Estabas ante el cadáver de una chica.
-Sigue.
                              Estelle estaba temblando de forma violenta al recordar aquellos sucesos. Pensaba que Freddie creería que estaba loca.
                               Daniel la besó con ternura en los labios. La abrazó con fuerza.
-No estoy loca-afirmó Estelle-Por favor, no pienses que estoy loca.
-He soñado contigo-le recordó Estelle-No estás loca.
-Estabas destrozado ante la visión del cadáver de esa chica. Estabas fuera de ti.
                             Viste a Ana muerta, pensó Daniel. Los mismos sucesos que le ocurrieron antes de su llegada a aquel lugar le habían ocurrido a Estelle.
                              Tiene que significar algo, pensó Daniel. No sabía cómo contarle a Estelle la verdad. Tenía miedo. Mucho miedo de perderla.