lunes, 23 de junio de 2014

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Hola a todos. 
Me he sentido con ánimos para subir un nuevo fragmento de Un sueño hecho realidad. 
El fragmento de hoy es más bien triste. Sin embargo, a partir de aquí, se provoca un nuevo punto de inflexión en la vida de Daniel. 
Todo lo que ha hecho en esta vida ha sido una especie de recorrido extraño que le llevará a conocer a Estelle. 

                                      La operación de Ana se prolongó durante toda la noche. 
                                      El cansancio acabó venciendo a Bárbara, quien se quedó dormida acostada sobre varias sillas del pasillo del hospital. Daniel salió varias veces a fumar. Los nervios le estaban consumiendo. Quería pensar que todo iba a salir bien. No podía perder a Ana. Ella le había salvado del pozo en el que se había sumido desde la muerte de Alejandra. ¡Ana no iba a morir! 
                                    Fue cerca del amanecer. 
                                    Daniel recordaría siempre aquel momento. El cirujano salió del quirófano. 
                                    Estaba manchado de sangre. Parecía sacado de una película de terror. Los padres de Ana se precipitaron sobre él. 
-Han habido complicaciones-anunció el hombre con voz cansada. 
                                    Se había despojado de la mascarilla. Daniel se fijó en que estaba demacrado. Un espantoso presentimiento se apoderó de él. 
-¡Me cago en la leche!-gritó desesperado-¿Cómo está Ana? 
                                      El grito de Daniel despertó a Bárbara. La chiquilla vio al cirujano fuera del quirófano. Pero no veía ninguna camilla. No veía a su hermana. 
-¿Por qué no ha salido Ana del quirófano?-inquirió Bárbara. 
-Señores...-titubeó el cirujano mirando a los padres de Ana-Su hija...
-¿Qué le ha pasado a mi hija, doctor?-le interrogó Rita. 
-Su hija...Ha fallecido. 
                                   El resto del mundo desapareció para Daniel. No pudo seguir escuchando. 
                                   Oía de lejos frases de contenido médico. Frases vacías para Daniel...
                                   Sangrado...Vasos arteriales dañados...La presión arterial de Ana se disparó. 
                                  Un grito de dolor salió de la garganta de Daniel. 



-¡Está mintiendo!-bramó. Se abalanzó sobre el cirujano y le agarró de las solapas-¡Está mintiendo! ¡Ana no está muerta! ¡No puede estar muerta!
                          Adolfo logró separarlo del médico como pudo. El hombre escuchó los sollozos desconsolados de su mujer y de Bárbara. Tania estaba en estado de shock. No podía reaccionar. Sentía cómo las lágrimas caían sin control por sus mejillas. Aquello no podía estar pasando.
                          Tania se arrojó en brazos de Daniel, buscando consuelo. El joven rompió a llorar. Sentía que ya nada tenía sentido para él.
                           La vida le estaba negando la posibilidad de ser feliz al lado de la mujer que amaba. Había amado a Alejandra. Y la había perdido.
                             Creyó que todo sería distinto con Ana. Se había enamorado de ella. Pero también la había perdido. Pensaba que él era el que llevaba la muerte a las mujeres que amaba. Que no merecía seguir viviendo.
                             Estoy maldito, pensó Daniel. Y oyó cómo Tania rompía a llorar.

2 comentarios:

  1. Uy pobre Daniel, me quede petrificada no pensé que Ana muriera. Te mando un beso lindo episodio, pero muy triste.

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    1. Hola Citu.
      Me costó mucho trabajo escribir este trozo porque me sentía identificada con Ana (lectora de novela romántica desde una adolescente y admiradora de "Olivia y Jai"). Lo pasé muy mal escribiéndolo.
      A partir de ahora, veremos cómo se va a producir el encuentro entre Daniel y Estelle.
      Un fuerte abrazo, Citu.

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